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Santa Catalina: “Sí, todo bien, pero sin muro”

Por María Miranda, estudiante de periodismo de la UNLZ.

En el año 2011, el bosque de Santa Catalina fue declarado reserva natural y paisaje protegido tras la ley promulgada por la Provincia. Desde hace años, distintas organizaciones ambientales lucharon para lograr este fin y que se proteja este ecosistema que alberga cientos de especies. Pero, a pesar de haber una ley provincial, Santa Catalina se enfrenta a nuevo conflicto, pero esta vez contra la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, que es acusada de haber tenido intenciones de construir un muro perimetral en los límites con el predio.

El primer paso fue dado hace aproximadamente un mes, cuando fueron colocadas distintas columnas de hormigón a lo largo del límite. Las miradas acusan directamente al rector de la casa de estudios, Diego Molea, que al conocerse la polémica públicamente, se envió un comunicado negando cualquier intención de construir un muro.

Cuando las distintas organizaciones ambientes como Pilmayqueñ descubrieron las columnas, no dudaron en hacer presente una nota al Rectorado para recibir alguna explicación. Tras no obtener respuestas, se presentaron en el Concejo Deliberante de Lomas de Zamora, en el cual, por unanimidad aprobaron la comunicación 68/14 donde se exigió el “inmediato desmantelamiento” de un supuesto muro. 

En diálogo con una de las representantes de Pilmayqueñ, Patricia Rodríguez expuso: “Antes que se haga pública la situación, se envió una nota al Rectorado y le solicitamos que retiren las columnas, pero sólo recibimos una respuesta informal para que hablemos y nosotros dijimos ‘sí, todo bien, pero sin muro’. Supuestamente se colocará un alambre de tejido, aunque esas columnas no son para alambre, pero desde la UNLZ dicen que no va haber ningún muro”.

El lugar donde se encuentran las columnas es el límite con la laguna de Santa Catalina, la única que queda en Lomas. Pero la molestia de Patricia no es que se ponga un alambrado, sino que la casa de estudios, que fue partícipe para que la ley de reserva natural sea posible, no se haya comunicado con ninguna organización ambiental para darle a conocer su intención de “colocar un alambrado”.

“Donde están las columnas es un espacio que necesita ser resguardado, particularmente, porque va haber animales y una pequeña experimentación que se va a realizar. Eso no molesta porque es un terreno que está para el lado de Ruta 4, que estaba alterado con anterioridad y será usado como un lugar de experimentación. El problema fue la sorpresa de este presunto muro porque no había necesidad”, apuntó Patricia.

En este sentido, desde Pilmayqueñ exigen que “se proteja el espacio conscientemente” al advertir que “cuando la laguna estaba en costa máxima, antes que Covelia S.A haga los drenajes, eran parte de los límites la laguna y esta penetraba. Es necesario que se proteja para que sea una zona de amortiguación entre el impacto ambiental y la universidad”, y resaltaron la importancia de que “además es el punto más bajo de Lomas, es un humedal, un filtro de agua que sirve para limitar las napas y es un reservorio de agua que evita que se inunde peor los barrios aledaños”.

Quizás que se vaya a colocar un alambrado en lugar de construirse un muro, sea considerado el mal menor, pero no deja de ser un mal. De esta forma lo percibe Patricia al puntualizar que “a lo sumo se permite reforzar el alambre en la limitación del terreno que administra Covelia y por otra parte que administra la UNLZ, pero no se permite que sea reemplazado ni siquiera por un tejido”.

Asimismo, puso el acento de que esta construcción “evita el escurrimiento de esa zona” y reclamó que “es una cuestión de buenas voluntades porque es necesario que no impacte esto negativamente en Santa Catalina”.

Es verdad que existe una ley de reserva natural con la cual se apunta a la preservación de Santa Catalina, pero en el artículo 2 se declara también como paisaje protegido que tiene un nivel mucho menos de protección que la reserva. Este artículo es el que rige sobre el predio, por lo cual, Patricia reclama: “Sólo queremos que la UNLZ siga funcionando como corresponde por eso se decidió que sea un paisaje protegido Santa Catalina pero que la universidad colabore con la preservación”.

 

El otro lado del muro

 

 

Tras el revuelo que provocó la aprobación del proyecto de comunicación del Concejo Deliberante, desde la Universidad a través de su secretaria General, María Victoria Lorences, manifestó su rechazo por medio de un comunicado y la “más profunda sorpresa” por lo sucedido.

En el aviso, la secretaria asegura que “Es una total difamación. No existe, ni ha existido ningún muro de bloques ni construcción similar en los 1500 metros del complejo” y advirtió que es “un pronunciamiento que no hace más que concluir sobre una cuestión que a todas luces resulta de una evidente falsedad”.

De esta forma, cuestionó la “liviandad” con que el Concejo trató el tema, aunque el proyecto de comunicación se llevó a cabo por iniciativa de Pilmayqueñ, ante la falta de respuesta de la Universidad, pero pudo presentarse en el recinto por los concejales del Frente para la Victoria Emilio ‘Beto’ Solas y Julio Rivero.

A lo cual, la funcionaria concluyó formalmente: “Trabajamos día a día en el constante fortalecimiento de los vínculos con la comunidad de nuestro querido Partido de Lomas de Zamora, bregamos para que las diferencias políticas no involucren a nuestros vecinos y sean dejadas de lado por quienes tienen la obligación de representarnos”.  

“¡Basta de la CEAMSE!”

Por Erica Bonacina.

La Coordinación Ecológica Área Metropolitana Sociedad del Estado (CEAMSE), una sociedad anónima de la Ciudad de Buenos Aires, encubre los procesos que realizan con la basura desde su fundación hace más de treinta años. Esta vez, Inconsciente Colectivo difunde el caso de la localidad de González Catán, que se trata de la localidad más perjudicada por las obras “ambientales” que la empresa realiza.

Lixiviado: el agua que Nicole bebe, el aire que Nicole respira

 

 

Los vecinos de Catán siempre recurren al hospital que se encuentra en el kilómetro 32 de la ruta 3 cada vez que tienen que hacerse algún tipo de tratamiento por problemas de salud. La pregunta frecuente de los médicos ante determinados síntomas es si el paciente vive cerca del basural.

La existencia de un químico que surge de la descomposición de las toneladas de basura se relaciona directamente con los problemas de salud identificados y reiterados en casi más de la mayoría de los habitantes del barrio. El lixiviado es un líquido producto del basural, lo que en el ámbito profesional de las ciencias naturales es un proceso de percolación de un fluido a través de un sólido, que se genera en depósitos de basura controlados. El agua que moviliza, disuelve y mezcla componentes sólidos de la basura, lo que produce un líquido tóxico que se filtra en la tierra y contamina el agua de los pozos que bebe la gente de Nicole (se llama así el barrio porque no había “ni colegios ni colectivos”).

El Juez Juan Pablo Salas en 2006 ordenó pericias ambientales en la zona, tras la serie de denuncias que los vecinos realizaron por las enfermedades que estaban propagándose. La resolución fue que el agua del pozo no estaba en condiciones para consumirla, ni para bañarse o lavarse los dientes, a lo que ordenó a las autoridades provinciales y municipales que proveyeran a los vecinos de agua potable que, hasta el momento, nunca llegó.

 

 

El negocio de la basura comenzó en la dictadura

 

 

La CEAMSE fue creada durante la última dictadura cívico-militar. En 1977 formó una sociedad junto a la empresa Saneamiento y Urbanización SA (SYUSA), de emporio Rocca, que cerraron con la multinacional Techint, grupo que en la actualidad se queda con el 20 por ciento del presupuesto que los municipios destinan a la recolección de residuos: “Las corporaciones se mueven detrás de la basura, lo que no da lugar a la propuesta de los vecinos”, afirmó  Aldana, militante del Frente Darío Santillán que en Autoconvocados colabora con las actividades culturales y participación vecinal.  

Desde ese entonces que la empresa de residuos eligió los sitios para aplastar la basura recolectada en hectáreas de barros que se estaban terminando de formar.

Hoy en día, más de la mitad de los 165 mil habitantes que tiene González Catán se ven envueltos de riesgos respecto a la salud. Los vecinos afirmaron que en “las sierras de Catán” murieron por diferentes tipos de enfermedades provocadas por la contaminación, más de mil personas.

Esta caja millonaria y oscura que es la CEAMSE jamás aceptó que se le realice algún tipo de control externo.

 

Los Vecinos Autoconvocados de González Catán desde principios del 2003 se encuentran para que la CEAMSE deje de traer toneladas de basura a los barrios, ya que atentan contra la salud de quienes viven allí. Después de detectar las diferentes enfermedades más frecuentes, como lupus, leucemia, cáncer, problemas gastrointestinales y diferentes tipos de infecciones en la piel, los mismos vecinos decidieron organizarse, realizar asambleas y formular petitorios en forma permanente.

Las denuncias se presentaron al Gobierno de la Provincia de Buenos Aires, a Presidencia de la Nación y a todas sus secretarías, ministerios y dependencias; a la Defensoría del Pueblo, a las universidades y a distintos foros. Hasta que recién en 2006 se realizó un estudio ambiental bajo orden del juez a cargo Juan Pablo Salas. El resultado fue claro: el agua no es apta para el consumo humano. “Necesitábamos llevar el problema de Catán a todos los ámbitos posibles porque existía la necesidad de darle más visibilidad al problema”, expresó Hugo Ozores, uno de los vecinos que resiste en esta causa desde hace más de 10 años.

Tras la falta de propuestas o soluciones por parte del Estado, el 2 de noviembre de 2007 los Vecinos entregaron un  proyecto para solucionar este problema ambiental sosteniéndose de un argumento que prioriza la implementación de políticas ambientales. “Una vez que comenzó a crecer la asamblea, se creó una comisión de trabajo que, tras investigar la basura y qué ocurría en otros lugares, realizó un proyecto discutido en asamblea que estableció el reciclado como la política para reducir la contaminación que hay”, sostuvo Hugo.

El reclamo primordial es el cierre de la CEAMSE y una buena inversión para combatir y reducir el alto nivel de contaminación que existe en los tres grandes barrios donde se concentra la contaminación bajo su poder, en las localidades de González Catán, José León Suárez y Ensenada, algo a lo que el Estado siempre hizo oídos sordos. En 2008, el gobierno bonaerense y Gobierno de 

                                                                                                  la Ciudad firmaron un convenio que no cumple con la reducción de residuos. Así le dieron rédito a los más de 20 años de la CEAMSE en el barrio que, en forma lenta, sigue enfermando y matando a los vecinos de Catán.

Desde siempre que el municipio de La Matanza dibujó posibilidades de solución a este problema y dejó a los Vecinos siempre con la esperanza de que el Estado pudiera hacerse cargo. Ni el histórico ex intendente de La Matanza Alberto Balestrini, ni el actual a cargo Fernando Espinoza. Sin embargo, las ordenanzas y promesas hechas jamás se cumplieron.

Hoy los vecinos se manifiestan en las puertas de la CEAMSE para bloquear las puertas y que los camiones no entren con la basura de  Merlo, Morón, Esteban Echeverría, Ezeiza, Hurlingan, Almirante Brown, Presidente Perón y Ciudad Autónoma de Bs. As. El conflicto contra la tercerizada radica en las toneladas de basura que entierra en los barrios más olvidados. Hace más de 30 años que vuelcan las enormes cantidades de residuos que son aplastados con camiones. Esto ocurre dentro de las 100 hectáreas del barrio Nicole de González Catán, un barrio pobre que bebe y se baña con el agua del pozo contaminado porque no puede comprar el agua envasada.

Los datos que publica la CEAMSE en su página de Internet visibiliza la inmensa cantidad de basura que acumula, un número notable de 14.241 toneladas por día, 433.172 por mes, lo que se calcula a 5.200.000 toneladas al año, distribuidas y aplastadas en las localidades mencionadas.

La participación vecinal es imprescindible. Actividades culturales y bloqueos en las puertas de la CEAMSE, resultan la herramienta fundamental para dar a conocer la contaminación que los envuelve desde la última dictadura cívico-militar.

Ilustración: Daniela Kaderian

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Notas de la sección:

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